sábado, 21 de julio de 2018

Almodóvar & McNamara - Las dos Españas


En Fabiografía, las memorias de McNamara recogidas por Mario Vaquerizo, el icono de La Movida ya nos advierte:

"He llegado a la conclusión que durante el final de la dictadura de Franco se podía hacer de todo. Hablo por mi experiencia, no sé cómo será la de otros, pero recuerdo siendo muy jovencito hacer lo que me daba la gana."

"Que no me digan a mí que en la época de Franco se comían a los maricones crudos porque eso es mentira. Claro que existía la ley de vagos y maleantes, pero que nadie se olvide de que esa ley la sacaron en la República, los republicanos, y Franco lo que hizo fue conservarla."


"Con esto me refiero a que no es que no hubiera libertad, lo que no podías ir diciendo es 'soy comunista', y meterte en el rollo del politiqueo, pero para ir vestido como te diera la gana y hacer lo que te pidiera el cuerpo, sí que lo podías hacer, incluso más que ahora, ya que entonces no había peligro de que te robaran, de que te asaltaran, de que te vieran cuatro rumanos o cuatro moros con tus pintas y te pegaran un palizón. Ahora a ver quién se atreve a ir por ahí con mucho escándalo. "


"Por tanto, he de reconocer que con Franco hice lo que quise. Menudas son los maricones, como para estarse calladitas. Se pasaban a Franco por la brinca del coño. Además, antes vestirse con flash tenía mucho más mérito que ahora. "




Las memorias son del año 2014.

Todo esto viene a cuento porque el bueno de McNamara acudió al Valle de los Caídos ataviado con una bandera preconstitucional para reivindicar y apoyar a Franco. El consenso general es que McNamara está loco. El problema es que, quienes le tildan de loco, le jaleaban cuando cantaba que quería ser mama y que incitaría a su hijo a dedicarse a la prostitución. Cuando McNamara se metía por la nariz hasta la cal de las paredes, al parecer era el paradigma de la modernidad. Y, ahora que defiende a Franco, está loco de remate. Sin embargo, yo creo que McNamara fue transgresor en los años ochenta, y lo es ahora más al declararse admirador de Franco. ¿Ser transgresor y moderno no es, al fin y al cabo, estar contra el sistema? ¿Y qué mejor forma de transgredir que admirar aquello que el sistema detesta? Ya en los años ochenta las Costus dedicaron al Valle de los Caídos toda una serie de cuadros. ¿No representaba semejante acto una reconciliación absoluta entre las dos Españas? Dos pintores gays recreando un monumento franquista. No se me ocurre mejor manera de terminar los tabúes.

Andy Warhol, máximo ídolo de la Movida y de la modernidad, cuando llegó a Madrid, se fijó en McNamara y, según cuenta El País "estaba obsesionado con la arquitectura fascista y quiso que le llevaran al Valle de los Caídos". Warhol era católico y acudía a diario a misa.

Hablar de Franco, y además desde la ignorancia más absoluta, más de 40 años después de su muerte es, sencillamente, una canallada repugnante. Almodóvar ya ha dado sus parabienes al nuevo gobierno del Frente Popular. McNamara no.

La rebeldía está muy bien cuando se es joven. De hecho, lo que se espera de la juventud es rebeldía. Por eso, cuando Almodóvar & McNamara surgieron en los primeros años ochenta, tenían su razón de ser. El problema viene cuando uno se hace mayor y no cambia de ideas. Hay muchos intelectuales que en su juventud fueron comunistas y en su madurez han cambiado de opinión: Sánchez-Dragó, Jiménez Losantos, Antonio Escohotado, Pío Moa...

En los años ochenta admiré  a Pedro Almodóvar. "Que he hecho yo para merecer esto" y "La ley del deseo" me parecen dos películas magníficas. En aquellos años Almodóvar nos hacía reír con sus provocadoras declaraciones y era un tipo simpático. Pero con el tiempo se le fue agriando el carácter. En la gala de unos Goya afirmó :“Buenas noches amigos de la cultura y del cine. Señor Wert usted no está incluido en esto”. El ministro era del PP y mantenía un IVA cultural alto. A mi también me gusta que se bajen los impuestos, no solo en lo cultural. El problema es que lo que llamamos "cultura" en España es en realidad el corralito de unos cuantos privilegiados como Almodóvar, que siempre han gozado de subvenciones, incluso cuando ha gobernado el temido PP. 

Almodóvar tiene una camarilla "progre" muy influyente, como los Bardem... Se pasan la vida denunciando el franquismo pero jamás denuncian regímenes criminales como el cubano o el venezolano. Almodóvar salió, hace no mucho, en un listado de famosos que tenían su fortuna en paraísos fiscales. Un millonario progre, vamos. No creo que McNamara tenga mucho dinero. Pero a buen seguro que es más feliz con su fe que Almodóvar con todo su dinero. La Guerra Civil Española ya era historia cuando nuestros padres jugueteaban por aquella España de los años cincuenta y ahora se empeñan en resucitarla constantemente. Mi madre cuando ve éstos días a Franco tan a menudo se muestra muy extrañada. "¿A qué viene hablar de Franco ahora?", me pregunta. Los recuerdos que tiene ella del Caudillo son que tenía una vocecita aguda y que inauguraba pantanos. También sabe que algún familiar fue torturado en la postguerra. 


Algo bueno tiene el Almodóvar actual, que comparte con McNamara: ambos no tienen redes sociales. Eso me parece bien, porque no hay nada más vulgar que compartir tu día a día con los fans. El famoso que comparte su vida en las redes sociales termina "humanizándose" y pierde interés. 

Los caminos bien diferenciados de Almodóvar & McNamara representan a la perfección a las dos Españas del siglo XX.  Almodóvar detesta a la Iglesia Católica y McNamara acude a diario a misa. Ambas historias sí son dignas de una película. McNamara, como buen católico, sabe que durante la II República te asesinaban si ibas a misa. Quieren convertir en delito afirmarlo. Pero la historia no se puede borrar, por mucha ley de memoria histórica que nos quieran imponer.