domingo, 28 de abril de 2019

La historia la escriben ellos

Recibo en mi buzón una carta electoral de Podemos. En plena era de la protección de datos, precisamente cuando más se sabe de nosotros, inquieta que los partidos políticos dispongan de nuestro nombre y dirección. La risotada viene cuando abro el sobre y leo perplejo el lema "Si crees que la historia ya está escrita, no tiene sentido que leas esta carta". Basta mirar la ilustración y ver que quien está escribiendo es Pablo Iglesias. En otra ocasión me encontré por la calle unos carteles en donde nos vuelven a insistir que "la historia la escribes tú". En plena era de la infame Ley de la Memoria Histórica, estos lemas resultan desternillantes.  La historia la escriben ellos y solo ellos. Y para ello crean leyes para que la masa no piense. Ya lo hacen ellos por nosotros. No es nada nuevo. Orwell y otros tantos intelectuales de su época nos lo advirtieron. La izquierda decide el lenguaje y la historia y hacen creer que quien escribe la historia eres tú. No puede haber más mezquindad. Los que dicen que la II República fue una democracia quieren escribir la historia. Los partidarios de encarcelar al disidente dicen que "la historia la escribes tú". No se puede tener más desfachatez.

La televisión pública, en manos de PSOE y Podemos, se ha convertido en un ente orwelliano donde se adoctrina a cada segundo. A diario bombardean con la ideología de género, con las bondades de la inmigración, el cambio climático (antiguamente llamado "Calentamiento global") u honran los postulados de Potsdam de 1945 mediante toda su factoría propagandística.

Advierte Koestler: "El Partido no se equivoca jamás. Tú y yo podremos equivocarnos. Pero el Partido, no. El Partido, camarada, es algo mucho más grande que tú y que yo y que otros mil como tú y como yo. El Partido es la encarnación de la idea revolucionaria en la Historia. La Historia no tiene escrúpulos ni vacilaciones. Inerte e infalible, corre hacia su fin. A cada curva de su carrera deposita el fango que arrastra y los cadáveres de los ahogados. La Historia conoce su camino. Nunca se equivoca. El que no tiene un fe absoluta en la Historia no debe estar en las filas del Partido".

André Gide reflexiona al respecto: "No cabe duda de que si todos los ciudadanos de un Estado pensaran lo mismo resultaría más cómodo para los gobernantes. Ahora bien, ¿quién ante semejante empobrecimiento, se atrevería aún a hablar de "cultura?"

Legislan la historia, y osan crear comisiones de la verdad, a imagen y semejanza del orwelliano Ministerio de la Verdad. Y, sin embargo, la Verdad queda abolida, no permite desviaciones. Cuidado con quienes aseguran que la historia la escribes tú, "podría suceder que se llegue a producir una nueva raza de hombres que carezcan de toda aspiración a la libertad, del mismo modo que se podría crear una raza de vacas sin cuernos", como dijo Orwell.