martes, 12 de junio de 2018

España, atrasada


Los españoles siempre hemos tenido complejo de estar atrasados. Por eso nos gusta presentarnos como campeones de la modernidad, con resultados ridículos. En Europa se cuestiona el recibimiento de hordas africanas, no por racismo ni por causas humanitarias, sino por lo que son: mafias organizadas que trafican con seres humanos motivadas por nuestro humanitarismo.

Y hete aquí, nuestro flamante Presidente pasmao, el campeón de la gilipollez, que no ha tardado en reaccionar: España va a acoger el buque con 600 inmigrantes que Italia, harta ya, no quiere acoger. 

España no ha quedado como la campeona del humanitarismo. España ha vuelto a quedar como un país atrasado. Pero esto es solo el comienzo. Pedro Sánchez y su camarilla contranatura aun van a desestabilizar más al país. El show no ha hecho más que comenzar. 

Todo esto no lo van a pagar los campeones de la solidaridad. Porque la solidaridad es muy fácil de aplicar cuando no sale de tu bolsillo. Cuando sale de los impuestos de todos (y todas) la cosa es bien sencilla: a pagar más impuestos y a hacer frente a los nuevos problemas que acarreará el asunto. Al fin y al cabo los políticos tienen una función: crear problemas donde antes no los había e intentar darles solución. La cuestión es que, una vez enquistado el problema, la solución se hace imposible.