domingo, 7 de octubre de 2018

La nueva censura



Alberto Garzón, el comunista admirador de Stalin, se quejó en su Twiter en el año 2016 por la emisión de la película “con tintes franquistas” El santuario no se rinde: "18 de julio y TVE ha decidido programar en prime time una película de 1949 de propaganda fascista. ¿Cómo etiquetar a estos provocadores?”, escribió indignado el comunista. 

“Historia de nuestro cine” ha sido el mejor programa que ha tenido la televisión pública para descubrir el mejor cine de nuestra historia. ¿Cuál es el problema? Bien sencillo: la historia de nuestro cine contiene, nada más y nada menos, que 40 años de cine realizado en la España franquista. Eso no lo puede consentir la izquierda. 

En general, se tiende a creer que el cine español en la época franquista estuvo compuesto de “españoladas” (término despectivo, que ya se utilizaba en los años treinta) propagandísticas al servicio del franquismo. Sin embargo, el ciclo nos ha mostrado bien a las claras que, incluso en la época de Franco, se hicieron excelentes películas. Es más, nos ha demostrado que esas películas fueron laureadas internacionalmente.

Gracias al ciclo hemos descubierto joyas como “Viaje sin destino”, de Rafael Gil, “Frente de Madrid” de Edgar Neville, “Lo peces rojos” de Nieves Conde, “La ironía del dinero” de Edgar Neville, “A mi la Legión” de Orduña… En “Faustina” ,de Sáenz de Heredia, hay un maravilloso dialogo político típico del Régimen. En “Posición avanzada”, de Pedro Lazaga, hay una escena muy buena sobre la Guerra Civil: ver pescar juntos a los dos bandos de la guerra, en el mismo río, es toda una alegoría sobre la guerra. En “España otra vez” de Jaime Camino, hay escenas en donde se habla en catalán (¿no estaba prohibido hacerlo?). El cine de la época también nos muestra escenas maravillosas del Madrid de la época, como en “El día de los enamorados”, de Fernando Palacios. 

El ciclo “molestaba” mucho a la izquierda. Es un cinismo tremendo criticar la censura franquista y ejercer otra. Una de las primeras decisiones de los nuevos dueños de la televisión pública ha sido, cómo no, eliminar “Historia de nuestro cine”. O de mutilarlo para no emitir molestas películas “franquistas”. 

El partido comunista Podemos controla la televisión pública. Y sus tijeras de la censura se han hecho notar con rapidez. Les gusta educar a la población. No les gusta que las personas piensen por si mismas, no sea que descubran aspectos que quieren ocultar. Estamos siendo dirigidos por sin vergüenzas que creen que somos estúpidos. Educan a la población en su anticuada mentira del comunismo más recalcitrante. Son censores profesionales. Y son muy peligrosos porque confrontan a la población. Y la confrontación es su único lugar. Medran a base de mentiras impuestas.