lunes, 22 de abril de 2019

Rebelión contra el mundo moderno


Los carteles del omnipresente Pedro Sánchez y su infame PSOE son testigos de la vieja España que se resiste a morir. Resulta inquietante y curioso observar cómo las procesiones españolas hacen su recorrido mientras son observadas por ese Pedro Sánchez convertido en un ridículo Gran Hermano. Las procesiones de Semana Santa representan el verdadero desafío al mundo moderno. El pueblo participa en ellas con entusiasmo. No hay ninguna duda de que la izquierda es el enemigo del cristianismo. Las hordas de Podemos lo que defienden es Al Andalus. Su representante andaluza lo dejó bien claro en el Parlamento andaluz hace no mucho. 

En los años treinta las iglesias españolas ardían con la complicidad y alevosía del PSOE. Hoy el pulso se mantiene. Pedro Sánchez, el tonto peligroso, contempla el paso de las procesiones que se resisten a desaparecer. El materialismo dialéctico frente a la cruz. “Haz que pase”, reza el lema socialista. Y, claro, las procesiones pasan.