jueves, 3 de septiembre de 2015

Aspersores en Auschwitz


Finalmente han colocado unos aspersores en Auschwitz para paliar el calor de los visitantes. Esto es algo habitual en todos los parques temáticos. Muchos judíos han calificado el hecho como de mal gusto porque esos aspersores les recuerdan a las famosas duchas. Y yo me pregunto: ¿Por qué entonces se muestran las "auténticas" duchas a los visitantes? ¿No resultan de peor gusto? Ciertamente la noticia da para mucho debate. En Polonia, y en concreto en Cracovia, Auschwitz es una fuente de ingresos económicos. ¿Eso no molesta a la comunidad judía? La entrada del campo es lo más parecido a un parque temático. El turista se siente turista. Dispuesto a pasar rápidamente por la mayor desgracia de la humanidad. El turista de Auschwitz es manejable. El grado de sugestión que puede llegar a alcanzar le lleva a derramar alguna lágrima. Ese mismo turista probablemente viva en un lugar en donde ocurrieron hechos atroces. Pero lo ignora. La estupidez contemporánea le obliga a emocionarse en Auschwitz. Y lo hace sumisamente. Dicen que Goering afirmó que él decidía quién era judío. Ahora los judíos deciden qué es Auschwitz.