lunes, 7 de septiembre de 2015

Nacho Duato


Nacho Duato fue director de la Compañía Nacional de Danza desde 1990 hasta 2010. Veinte años de sueldo pagado por los españoles. Ignoro los motivos de su cese, aunque entiendo que nadie es eterno. Después el señor Duato ha trabajado en Rusia y en Alemania. Pero vuelve a España para despotricar de España. No le gusta este país tan desagradecido, que le alimentó durante 20 años. Le ha sabido a poco. Y habla maravillas de los rusos, que tan aficionados a la danza son que hasta Putin va a ver sus espectáculos. En España somos unos incultos incapaces de entender el buen arte. Aunque el bueno de Nacho cree saber por qué los españoles son tan analfabetos: porque sus gobiernos no educan en esa materia a sus ciudadanos. Qué malo debe de ser el gobierno español que no le inculca al joven los valores de la danza. Al parecer, Nacho habrá podido comprobar in situ lo superior que debe de ser la población rusa, tan avanzada en la danza. Y claro, cuando regresa a su país se dedica a despotricar en cualquier medio sobre el país que le subvencionó 20 años. ¿Cómo es posible que los propios medios de comunicación den cobertura a semejante imbécil? La cuestión no es baladí: lo hacen porque les gusta más cualquier personaje de tres al cuarto que hable mal de España, y a ser posible del actual gobierno, que cualquier personaje que adore su país. El señor Duato trabaja ahora en Berlín y habla maravillas de Alemania, un país que no es el suyo. En general el español medio admira todo lo foráneo porque ha sido educado en el complejo. Todo lo nuestro es malo y todo lo de fuera es digno de admirar.


El colofón a tanta gilipollez llega cuando nuestro bailarín admite que la bandera que más le gusta es la gitana. Los gitanos sí que entienden la danza de Nacho. Seguro.